En los últimos años, hemos sido testigos del impresionante auge del mercado de los juguetes coleccionables. Lo que antes solía ser un pasatiempo de nicho para algunos entusiastas, sobre todo de los niños, se ha convertido en una industria multimillonaria.
Una de las fuerzas impulsoras detrás del crecimiento de este mercado es la nostalgia. Ya que muchos adultos recuerdan con cariño los juguetes con los que jugaban durante su infancia y pagan precios muy altos para recuperar esos recuerdos.
Cabe añadir que, para muchos coleccionistas no solo son objetos, sino también inversiones potencialmente lucrativas. A medida que la demanda de ciertos juguetes coleccionables aumenta, sus precios en el mercado secundario pueden dispararse, ofreciendo la oportunidad de obtener ganancias bastante altas.